El Colegio Don Bosco de Calama vivió una significativa jornada espiritual con motivo del Domingo de Ramos, la cual se desarrolló en el contexto del tradicional “Buenos Días”, donde cada estudiante trajo su ramito para ser bendecido en una ceremonia cargada de simbolismo y fe.

La actividad fue presidida por el Coordinador Pastoral, Padre Roberto Pozas Flández sdb, quien junto a la Secretaria Pastoral, Maestra Claudia Manque, y con la animación del Maestro Daniel Aracena, recorrieron el patio central del colegio bendiciendo los ramos de los y las estudiantes, quienes se encontraban formados junto a sus cursos y directivas.

Este gesto, que recuerda la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, fue acompañado de signos propios de esta celebración, representando el inicio de la Semana Santa con un fuerte sentido de comunidad y devoción.

Finalizada la ceremonia, el Colaborador Pastoral, Maestro Daniel Aracena, expresó su alegría por la participación y el compromiso de todos los presentes: “Me pareció muy bonita, porque es el inicio de la Semana Santa y como todos los años se hace de una forma simbólica y significativa, con el signo que caracteriza Domingo de Ramos que es el ramito. También me pareció linda la actividad porque cada maestro jefe, junto a su delegado pastoral, se preocuparon de que cada estudiante tuviera su ramito y que este Buenos Días saliera hermoso, gracias a la preocupación y a la colaboración de ellos y de todos los miembros de la comunidad educativa pastoral”.

En cuanto al mensaje que dejó para los días que vienen, agregó: “Preparemos nuestro corazón en Semana Santa, que podamos tener estos días de reflexión junto a nuestra familia, a nuestros seres queridos. Son días para estar en oración y el mensaje sería ese: que aprovechemos estos días para estar con el Señor y no dedicarlo a otras cosas, como por ejemplo viajar, pues sería desperdiciar esta oportunidad de encuentro con Él”.

Una vez más, el Colegio Don Bosco reafirma su compromiso con la formación espiritual de sus estudiantes, celebrando con sencillez y profundidad los momentos clave del calendario litúrgico.