Un grupo de estudiantes de nuestro colegio participaron en la simbólica ceremonia que se llevó a cabo en el ex campamento minero, ocasión donde la División Chuquicamata de Codelco puso en marcha una flota de 40 buses eléctricos para el servicio de transporte de personal propio y colaborador de la empresa.
La ceremonia, que contó con la participación de autoridades regionales y los máximos ejecutivos de la empresa estatal, se llevó a cabo en la Plaza Los Héroes del campamento Chuquicamata, oportunidad en que alumnos y alumnas de nuestro Colegio Don Bosco de Calama junto con los estudiantes del Liceo Cesáreo Aguirre Goyenechea, fueron los encargados de entregar las llaves a las y los conductores y trabajadores para poner en marcha los nuevos 40 buses.
Christian Caviedes, gerente general de Chuquicamata destacó que “contar con estos buses habla de la importancia del cobre para el cambio climático. A modo de ejemplo, estos nuevos equipos contienen en sus partes y piezas cerca de 300 kilos de cobre a diferencia de uno convencional que solo utiliza 50. Es decir, el cobre es y seguirá siendo un elemento fundamental para el planeta y la sociedad mundial. Y ese cobre debe tener origen y características clave para su producción: debe ser un cobre producido con seguridad, con salud, con respeto a la comunidad y con cuidado del entorno”.
Por su parte, el presidente del Directorio de Codelco, Máximo Pacheco, destacó que poner en marcha estos equipos “es una contribución que estamos haciendo para la humanidad, porque al final el desafío del calentamiento global y de cambio climático ha sido por la especie humana, de nuestra respuesta a la necesidad de cambiar nuestros hábitos y en esta materia, el tener transporte terrestre de nuestros trabajadores -que sea eléctrico- tiene un impacto importante en la huella de carbono, contribuye a cambiar esta realidad que ha sido por décadas”.
Electromovilidad
Los 40 equipos entrarán en operación en forma inmediata. Dentro de sus características consideran por cada unidad un aporte a la reducción de emisiones de CO2 entre 30 y 50 toneladas al año. Tienen una autonomía de operación de cerca de 300 kilómetros y pueden llegar a desarrollar una capacidad de potencia máxima de motor de 370 Kwh.
También destaca dentro de sus bondades la capacidad de autorecarga, gracias a la que el vehículo – a modo de ejemplo- es capaz de recargar la energía que utiliza para ir y volver de Calama a Chuquicamata. Asimismo, y como un tema importante para la comunidad, tampoco genera ruido en sus motores.